Escapada rural a Navarredonda de Gredos
Hay pocas cosas mejores que desconectar un fin de semana en plena naturaleza, sobre todo si todavía quedan unas semanas para las vacaciones y queremos aprovechar el buen tiempo.
Por eso, y como a muchos os gustan los entornos rurales, os vamos a proponer una escapada a Navarredonda de Gredos, un pequeño municipio (y localidad) de la provincia de Ávila que pudimos visitar este pasado fin de semana.
Navarredonda de Gredos está a 1523 metros de altura sobre el nivel del mar, en pleno Parque de la Sierra de Gredos, y está compuesto por otro núcleo de población, Barajas, a menos de un kilómetro de distancia.
Dónde alojarse, dónde comer…
Lo mejor para disfrutar del fin de semana es alquilar una casa rural entre varias personas. En casasrurales.net tienen un gran número de alojamientos a elegir. Obviamente, cuantos más seamos más económico será el precio final. Nosotros, que éramos seis, optamos por la Casa de Piedra, que constaba de tres habitaciones, cada una con su baño, y un amplio jardín con barbacoa, que era lo que íbamos buscando.
A la hora de comer podemos optar por el Rincón de Gredos, uno de los mejores restaurantes de toda la zona, pero teniendo una barbacoa lo mejor es aprovecharla, ¿no?. En la localidad hay dos carnicerias prácticamente juntas, una ubicada en la calle Cordel y la del supermercado Covirán, en la que podemos aprovechar para comprar otras cosas, como por ejemplo unas magdalenas artesanales (Horno Viejo) que están riquísimas.
A nuestra llegada podemos aprovechar para hacer la compra y dar una vuelta de reconocimiento al pueblo. Lo más destacado que podemos ver sin tener que recurrir al coche es la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, obra del gótico tardío con fábrica de sillería. Justo al lado, tenemos los restos de calzada romana y un antiguo puente de piedra que servía como cordel para la trashumancia de ganado. A unos metros, hay un potro de herrar caballos que ha quedado totalmente en desuso.
A seis o siete minutos andando, ya en Barajas, tenemos la iglesia parroquial de San Benito abad.
Y también cercano tenemos el parador de Gredos, inaugurado en 1928 por el rey Alfonso XIII. Rodeado por los pinares de Navarredonda de Gredos, tiene el privilegio de ser el primer Parador de Turismo declarado de todos los que hay en España. Al establecimiento podemos acceder por carretera, pero también andando a través de una bonita ruta de la que os hablaremos más adelante.
Excursiones
Y es que, Navarredonda de Gredos ofrece al visitante una impresionante riqueza paisajística con una extensa vegetación de pinares, rodeados de montañas, pozas y riachuelos que nos llevarán a pensar que estamos en el norte y no a poco más de dos horas de Madrid y a solo 60 kilómetros de Ávila.
Tras descansar la primera noche, en la que si tenemos un cielo despejado veremos multitud de estrellas, podemos aprovechar el sábado (y el domingo por la mañana) para hacer alguna excursión, más allá de la ‘popular’, que es ir a la Laguna Grande y el Circo de Gredos para ver el Almanzor.
Una de los lugares más bonitos de la zona es el Pozo de las Paredes, a unos 20 minutos en coche de Navarredonda de Gredos. Se trata de una charca situada en Navacepeda de Tormes en la que podemos bañarnos mientras disfrutamos de un entorno espectacular, entre la vegetación, las aguas del río Barbedillo, que unos metros más adelante se une al Tormes, y el espectacular puente romano por el que podemos cruzar a pie.
Cuenta la leyenda que en esta zona las ‘encantadoras’ salen de las aguas en la mañana de San Juan y se ponen en la orilla a arreglarse el pelo con peines de oro.
Si no lleváis comida, allí mismo hay un kiosko-merendero (se llama Pozo de las Paredes) con excelentes opiniones y cuya calidad no tuvimos el gusto de comprobar.
Otra opción para hacer una ruta más cercana a Navarredonda pasa por ir a la zona de las Chorreras, en la que podremos ver cascadas y rápidos entre peñascos. La ruta parte a pie desde Navarredonda (más información aquí) y no tiene pérdida.
Muy cerca, aunque hay que ir en coche por la carretera de la Plataforma, en Hoyos del Espino, se encuentra el Pino del Rey, que tiene este nombre porque en ese lugaracampaba el Rey Alfonso XII cuando iba a cazar a la Sierra de Gredos, utilizando una de sus ramas para aguantar la tienda de campaña.
Rutas alternativas
Otra ruta sencilla, para lo que no hace falta ir muy preparado, es la que une el municipio con el parador a través del pinar. Aunque en realidad podemos llegar hasta el edificio por varios caminos y cualquier ruta es buena, nosotros recomendamos una que dura entre hora y media y dos horas por si no tenemos demasiado tiempo (ver aquí). Sin embargo, hay muchas rutas diferentes y todas ofrecen un gran atractivo, sobre todo porque en ellas no ha intervenido prácticamente nada la mano del hombre y podemos ver incluso animales (caballos, vacas, ovejas…) en semilibertad.
Si nos sobra tiempo, a poco más de media hora en coche está Arenas de San Pedro, un bonito pueblo conocido por las Cuevas de Águila, una de las joyas del Valle del Tiétar.
Y en cualquier caso, si todavía queremos más, siempre podemos darnos una vuelta por la ciudad de Ávila, de la que hace un tiempo hicimos una guía en Viaje al Sol.
Por último, un consejo: aunque vayamos en verano, en esta época del año los días son suaves y las noches frescas, por lo que no está de más coger algo de abrigo.