Lugares imprescindibles y algunas curiosidades de Praga

Hoy os vamos a hablar de Praga, una de las ciudades más bonitas de Europa y, para muchos, del mundo. Para ello rescatamos un post que hicimos en su día para Marioneta Digital (nuestra antigua web) y que hemos actualizado con algunas cosas.

Fundada en la última parte del siglo IX, Praga floreció en el siglo XIV bajo el reinado de Carlos IV y vivió varias guerras, siendo la II Guerra Mundial, con la ocupación de los nazis, la que más marca dejó. No en vano, de 1939 a 1945, muchos judíos que residían en la localidad fueron enviados a campos de concentración y exterminio donde fueron asesinados. Cuando el ejército soviético liberó Praga, sus ciudadanos se vengaron matando a los alemanes que todavía quedaban allí. Ojo por ojo.

En 1989, Praga fue el centro de la Revolución de Terciopelo que propició la caída del comunismo. La Unión Soviética dejó de controlar el país y cuatro años más tarde, en 1993, se decidió pacíficamente la disolución de Checoslovaquia y su división en la República Checa y Eslovaquia.

La mayor parte de los lugares imprescindibles de la ciudad se concentran en los barrios que componen el casco histórico: Hradčany, Malá Strana (la ciudad pequeña), Staré Město (la ciudad Vieja) y Nové Město (la ciudad nueva). Irse sin ver las siguientes ‘atracciones’ turísticas es un pecado:

El Castillo de Praga: Construido en el siglo IX es considerado la mayor fortaleza medieval del mundo. Contiene la Catedral de San Vito y el Callejón del Oro y la Alquimia, en el que vivió durante varios años Franz Kafka, entre otros edificios. Como consejo, no recomendamos comprar la entrada en el primer sitio que pillemos. A veces hay colas importantes y si avanzamos un poco más hay muchos establecimientos que las venden. Ojo con los números y el mapa de la visita. Si no estamos atentos podemos saltarnos algo importante.

Hace veinte años era imposible contemplar el castillo iluminado por la noche. Sin embargo una visita de los Rolling Stones en 1989 lo cambió todo. Al grupo le pareció una pena que no se pudiese ver cuando se iba el sol y, como el Gobierno estaba preocupado por las revueltas y pasaba del turismo, le propuso al presidente del país poner 30.000 euros de su bolsillo para pagar el sistema de iluminación. Dicho y hecho.

Vista del Puente Carlos

El Puente Carlos: Es el puente más viejo de Praga y atraviesa el río Moldava de la Ciudad Vieja a la Ciudad Pequeña. Empezó a construirse en 1357 gracias a Carlos IV, que puso la primera piedra a las 5:31 horas del 9 de julio por una cuestión de superstición. Según la numerología, era un buen momento por estos números: 1-3-5-7-9-7-5-3-1. Tiene una longitud de 516 metros, su ancho es de casi 10 metros y está protegido por tres torres distribuidas entre sus dos cabeceras, dos de ellas en Malá Strana y la restante en el extremo ubicado en la Ciudad Vieja.

El Reloj Astronómico

El Ayuntamiento Viejo: Varios edificios ubicados en en la Plaza de la Ciudad Vieja entre los que destaca su reloj astronómico de 1410, el más antiguo de su tipo en Europa. La gente se arremolina alrededor del mismo cada vez que da la hora. En ese momento unas figuritas que representan a los doce apóstoles asoman la cabeza. También podemos ver otras figuras como la de la muerte, representada por un esqueleto, la de la vanidad, representada por un hombre con un espejo, la avaricia, representada por un comerciante judío con su bolsa, y la lujuria, representada por un príncipe turco.

La Sinagoga Vieja-Nueva: Es una de las más viejas sinagogas de Europa (es de 1270 más o menos) y está situada en Josefov, el barrio judío de Praga. Hay más sinagogas y la entrada de éstas es conjunta. Como pasa con el castillo de Praga, recomendamos no hacer cola en la primera sinagoga a la que lleguemos si hay mucha gente esperando. Las entradas las venden en todas las sinagogas e incluso en otras tiendas y librerías de la zona al mismo precio. El Cementerio de Praga y la Sinagoga Española (por mucho que nos digan que las hay más bonitas) son para nosotros imprescindibles.

La Plaza de Wenceslao: Es el centro comercial de la ciudad y está rodeado de varios edificios representativos. Fue escenario de la Primavera de Praga y del inicio de la Revolución de Terciopelo, entre otras manifestaciones importantes. Aquí empiezan muchas de las visitas a Praga.

Otros atractivos turísticos son el Rudolfinum, la Iglesia de San Nicolás o el Convento de Santa Inés, pero no tanto como los que te hemos dicho anteriormente.

Consejos (y otras curiosidades):

-Las zonas más céntricas para alojarse son los distritos 1 y 2 aunque los distritos 3, 4, 5, 7 y 8 tampoco están alejados y son opciones a tener en cuenta. Lo mejor es mirar con tiempo como siempre te recomendamos y comparar precios, pues hay una diferencia abismal entre páginas web. Nosotros acabamos cogiendo el alojamiento en Destinia, más barata en este caso que Booking, una de nuestras preferidas. Ojo a webs como Trivago que no comparan como deberían.

– Los jardines Vtrba ofrecen unas vistas muy bonitas de Praga y no hay muchas aglomeraciones. Sucede lo mismo con la Isla Kampa, el parque más animado de Praga, justo debajo del Puente Carlos. Es recomendable ir para ver el ambiente autóctono y disfrutar de unas bonitas vistas. Si estás atento podrás ver las figuras de unos bebés muy curiosos que andan por toda la ciudad por obra y gracia del artista David Černy y que también se pueden ver en la torre de televisión de la ciudad.

La sinagoga española

– En 2015 los establecimientos hoteleros añadieron una tasa de estancia de 0,60 euros por día y persona a los turistas. Que no os pille de sorpresa. Algunos lo incluyen ya en el precio del alojamiento y otros lo cobran aparte.

– El barrio judío tiene un emotivo memorial al holocausto que junto al cementerio impresiona bastante al visitante. Para reflexionar.

– La cerveza en Praga está muy buena, aunque no sea la mejor del mundo. Eso sí, es baratísima. Más incluso que el agua. Pedirla sin miedo.

– No comáis en el centro, por ejemplo al lado del Ayuntamiento Viejo. Huid un poco de las zonas con más gente e intentad encontrar pizzerias. Es lo mejor para comer y suelen ser económicas y de calidad. Nosotros anduvimos unos 5 minutos y encontramos un restaurante en el que cenamos (dos pizzas, dos cervezas y un postre) por 27 euros. Si quieres gastar menos, siempre podéis comer un exquisito bocata de salchicha (de diferentes tipos) por precio sin competencia en la plaza de Wenceslao. Hay muchos puestos de comida rápida y la calidad es más que aceptable.

– Lo mejor es caminar. Praga es una ciudad para patear, así que salvo que tengáis problemas para hacerlo, evitad los medios de transporte.

– Si podéis elegir, viajad a Praga desde mayo a junio o principios de julio. Encontraréis buen clima y poca gente. Además los vuelos os saldrán más baratos. Visitar la ciudad en agosto os puede agobiar un poco.

 Ojo con el cambio. Recordad que un euro son aproximadamente 27 coronas checas (mirad el cambio aquí). Lo mejor es consultar en el banco antes de salir y ver si os merece la pena, aunque allí hay numerosas casas de cambio con buenas conversiones (evitad las del centro de la ciudad). También aceptan euros, en muchos sitios pero la realidad es que si pagamos así saldremos perdiendo.

– Praga fue apodada hace mucho tiempo como la ciudad de las cien torres. Hoy en día hay unas 500…Praga es así, impresionante en todo.

Si lo que os hemos contado os parece poco, podéis consultar también los consejos que os dimos en el post para viajar barato por Europa. Y es que, si estáis en Praga y tenéis tiempo, os aconsejamos visitar (cogiendo tren) ciudades cercanas como Dresde o Viena.

Más información de Praga en disfrutapraga.com

Arturo Carretero

Trabajando para Republica.com y dedicando parte de mi tiempo libre a Viajealsol.com. Amante de los viajes, los deportes y el ocio en general