Turismo, moda y fiesta en Milán
Italia siempre ha sido un destino que ha enamorado al turista español. Roma, Florencia y Venecia son probablemente los lugares más visitados del país, pero hay otra localidad, al norte de la ‘bota’, que también encandila a quien la visita: Milán.
Lo mejor de todo es que volar a Milán nos va a salir casi con toda seguridad más barato con compañías ‘low cost’ que ir a otros de los grandes destinos italianos, por lo que la ciudad gana enteros para convertirse en un un buen lugar al que escaparnos un fin de semana e incluso, como hicimos nosotros, una sola noche. No debemos olvidar tampoco su cercanía, pues en apenas dos horas en avión desde Madrid, por ejemplo, podemos llegar allí. En resumen, ¡te va a salir más barato ir a Milán que ir a tu pueblo! Bueno, es una forma de hablar.
Milán siempre va a estar asociada a la moda y la alta costura, pero la segunda ciudad más grande de Italia (la primera es Roma), y capital de la región de Lombardía, es mucho más que eso. De hecho, puede que para algunos sea lo de menos. Por que Milán es una ciudad única, donde la cultura impregna todos y cada uno de los rincones y por la que pasear se convierte en un placer. Sus extensas zonas peatonales son buena prueba de ello.
Centro neurálgico de visita más que obligada para los amantes de la ópera, Milán posee un atractivo turístico único al que se unen la amabilidad y calidez de sus habitantes y sus costumbres. Y no es peloteo a nuestros amigos italianos…
Y, ¿qué debemos visitar? Pues para empezar es obligado contemplar desde todas las esquinas la plaza del Duomo y su catedral, que recibe de la primera el mismo nombre. Su estilo gótico y su tamaño (157 metros de largo y 45 metros en su parte más alta) la convierten en una de las más espectaculares construcciones no solo de Italia. El visitante, además, tiene la opción de contemplar unas maravillosas vistas de la ciudad desde lo alto del ‘templo’, eso sí, previo pago. Subir a su maravillosa terraza nos costará 13 euros si usamos el ascensor y 8 si preferimos hacer ejercicio y subir escaleras.
Sin salir de la grandiosa plaza podemos ver también la Galería Vittorio Emanuele, que destaca por su gran cúpula central y su techo, hecho a base de cristal y hierro. Pasear por el interior de la misma y posteriormente salir a la calle por la puerta que da a la plaza del Duomo es impactante, sobre todo de noche, con todo iluminado. Por el interior de la galería, que tiene forma de cruz y, por lo tanto, cuatro entradas o salidas, podemos ir de compras por las lujosas tiendas de Armani o Prada y comer mientras vemos pasar a los viandantes y oímos tocar al pianista que se pone en el centro de la misma, aunque para ello hay que tener la cartera repleta de billetes. Mejor nos quedamos solo con el paseo, ¿no?
Atravesando la galería, al otro lado de la Plaza del Duomo, nos encontramos con el imponente Teatro alla Scala, uno de los más famosos del mundo, punto de obligada visita para todos los amantes de la ópera y también para los que no lo son. De hecho, se pueden ver espectáculos (ópera, ballet, conciertos…) a partir de 20-30 euros. Las entradas se pueden comprar a través de su página web.
En una escapada a Milán no podemos olvidar visitar tampoco el Castello Sforzesco, un castillo del siglo XV construido por la familia Sforza. Tras este se encuentra el pulmón de la ciudad, el Parque Sempione.
Lo ideal es pasear por la zona a media tarde y cuando caiga el sol aprovechar para dejarnos caer por uno de los muchos bares que hay por la zona y disfrutar del clásico aperitivo milanés. La mecánica es sencilla. Pagaremos de siete a diez euros por una cerveza o un refresco (espera, es caro, pero todavía no hemos acabado) y a cambio podremos zampar todo lo que queramos. Pizza, alitas de pollo, embutidos, ensalada…Todo ‘gratis’…por el elevado precio de la consumición. A cambio tendremos gasolina para el resto de la tarde-noche y la (opcional) noche-madrugada. Nosotros fuimos a un lugar llamado La Hora Feliz y nos gustó bastante, pero hay decenas de sitios similares. Para más información sobre el aperitivo, este blog nos informa muy bien al respecto.
Después de merendar-cenar podemos seguir paseando, irnos a dormir o disfrutar de la noche. Si optamos por esta última opción no esperemos encontrar copas baratas, pues no bajan de los 8-9 euros en ningún sitio, ni en el más cutre (aunque en España ya están en ese precio, la verdad).
La mejor zona para salir quizás sea Corso Como. Los locales son variados, aunque siempre con un estilo fashion característico, y bastante caros comparados con nuestro país.
Si después de unos cuantos combinados, queremos alargar la noche y apurar el último segundo de nuestro tiempo en Milán podemos optar por ir a Alcatraz (Via Valtellina, 25), una discoteca espectacular en la que es probable que nos encontremos a algunos (o muchos) españoles de turismo, como nosotros, o estudiantes de Erasmus. El ambiente es bueno, hay varias salas con diferentes tipos de música y si nos acoplamos a algún grupo de jóvenes pueden hacernos un buen precio por entrar. Si no, como todo en Milán, entrar será caro (mínimo 10 euros y máximo 30).
Al día siguiente, si todavía nos quedan fuerzas, nada mejor que unas compras por Via Montenapoleone, la principal calle comercial de Milán, aunque volver con’ regalos’ no es barato (seguro que los tuyos se conforman con un imán).
Otra opción un poco más económica, sobre todo para los amantes del arte, es ir a ver la famosa pintura ‘La última Cena’ de Leonardo Da Vinci, que se exhibe en el convento dominicano de Santa Maria delle Grazie. El problema es que por lo general hay una lista de espera larga para verla, excepto en días sueltos y horarios poco populares, así que si se quiere contemplar esta obra maestra debemos reservar la visita una vez tengamos el viaje ya comprado y con bastante antelación.
Consejos extra para ir a Milán:
-Ir muy abrigados, sobre todo en invierno. Parece una obviedad, pero en Milán hace mucho frío
-Coger el vuelo con antelación, pues ahorraremos un dinero importante. Ryanair es la opción más barata. El aeropuerto en el que nos deja esta compañía (Bérgamo) está un poco alejado de la ciudad pero el ahorro merece la pena y además salen autobuses para Milán cada poco tiempo.
-Reservar el hotel cerca del centro, pues no tendremos que coger transporte, y mirar bien las opiniones que dan los usuarios del mismo. Los hoteles en Milán no son como en España. Algunos de hecho con tres estrellas se caen a pedazos. Para reservar sigue nuestra guía.
-Preparar la cartera si vamos de compras. La mejor opción para comer es tomar una pizza o pasta (generalmente decente y no muy cara) o aprovechar la hora del aperitivo a media tarde. Hay que evitar tomar cafés, sobre todo en el centro de Milán, ya que son carísimos.